jueves, 31 de diciembre de 2009

Instrucciones para ser eso




Ambition is a poor excuse for not having sense enough of reality


Nadie (en sus cabales) puede atreverse a describir lo que sucede en días como estos. Para unos se avecina el fin de año, para otros el fin del mundo.

Pero hay algo que escapa subrepticiamente al cronómetro que todo mide, y es aquello que no puede ser medido ni graficado. Eso que justamente pediste en reiteradas ocasiones, de modo velado, en cartas a Santa Clos. Eso que -cuando más triste, en tus peores épocas- hacía que te levantaras de la cama. Eso que voltea a verte al espejo y te recuerda a los 5 años, con mirada dulce y pícara, sin siquiera intentar definir la chimuela sonrisa. Eso que de pronto crees haber obtenido como si se tratara de un contrato o un inmueble, y con el parpadeo del tiempo se extingue como mago ante el asombro del respetable. Eso que hace que puedas leer estas líneas. Eso que te distingue y te correlaciona. Eso que permite que tus sabores predilectos sean esos, y los odiados, aquellos que mejor ni te acuerdas. Eso que crees que eres tú y que te "define" como persona. Eso que coleccionas, aunque sea inconscientemente. Eso que repites una y otra vez como patrón aburrido, como película muda, como los caballitos o la caricatura que te sabes de memoria. Eso que difícilmente sale de tu corazón, tal vez porque ni siquiera está lo suficientemente entendido. Eso que crees que crees. Eso que sientes al darte cuenta de que esto va mucho más allá de nacer, crecer, reproducirse y morir. Eso que entiendes a través de la música, de las matemáticas, de la poesía, de la espiritualidad o del arte. Eso que de chico tenías tan bien identificado, que lo pusiste a un lado y terminaste por olvidar. Eso que te hace cometer locuras y que nadie te entienda ni lo pretendas. Eso que es eso y no puede ni debe confundirse. Eso que hizo que dieras tu primer beso. Eso que ha hecho que te levantes aunque no tengas ganas. Eso que imprimes en tu firma. Eso que piensas un momento justo antes de dormir. Eso que prejuzgaste sólo para darte cuenta que obró en tu contra. Eso que está por aparecer en unos minutos. Eso por lo cual ríes, siendo tan simple. Eso que te parece un fracaso. Eso que ignoras y no pretendes dejarlo en tal calidad. Eso que has descubierto que es oropel y no oro. Eso por lo cual aun no te desapegas. Eso que representa un valor y has decidido defenderlo con el más minucioso detalle. Eso que supone ser una brújula para ti. Eso que te ha permitido domesticar tu mente. Eso que te hace dudar de la idea del ego, así sea por un segundo. Eso que cae como avalancha, posterior a la discriminación. Eso que aprendiste que nunca debiste haber aprendido. Eso por lo que te arrepientes. Eso por lo que sientes, vale dar la vida. Eso que ni siquiera es problema, porque no tiene solución. Eso por lo que has decidido cambiar hábitos. Eso que colgaste como trapos, por saber que poco tiene ya que ver contigo. Eso que crees que es la realidad, hasta que brota la idea de percepción. Eso que te acerca a ser altruista y ecuánime. Eso que te hace actuar sin reparar en recurso alguno. Eso que sabes bien, pero te haces bien güey, que hay adentro y no afuera.


Todo eso, ESO, es esa pasión por ser... Tú. Es ESO lo que conforma un año, y no la mecánica sumatoria de 365 días. Es ESO. Eres ESO.

Feliz ESO.

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